El Centro Peruano en Barcelona ha sido, durante más de seis décadas, un bastión en la preservación y difusión de la cultura peruana en tierras catalanas. En esta ocasión, tenemos el honor de compartir una entrevista exclusiva con Eduardo Escudero, co-fundador del Centro Peruano, quien nos lleva a un recorrido por los momentos clave que dieron vida a esta organización.
Eduardo nos cuenta sobre los desafíos, logros y la profunda motivación que lo llevó, junto a otros visionarios, a crear un espacio donde la identidad peruana pudiera florecer lejos de casa. Esta es una oportunidad única para conocer de cerca la historia de una institución que ha sido fundamental para la comunidad peruana en Barcelona y que sigue siendo un faro de cultura, unión y tradición.
¿Qué recuerdos tiene de su vida en Perú antes de emigrar?
Yo nací en el Callao, soy chalaco. Mi familia es arequipeña pero vinimos al Callao, vinimos a La Punta porque a mi padre lo nombraron gerente de una antigua compañía de vapores que se llamaba Corporación Peruana de Vapores. Eran unos barcos más de cabotaje, venían de Ilo hasta Tumbes, Paita; y eran graciosos los nombres que tenían: Amazonas, Utumayo, Ucayali, Urubamba. Viajé en algunos de ellos porque mi padre me llevó para conocer.
¿Cómo fue su experiencia al llegar a Barcelona?
Llegué junto con unos 15 que queríamos estudiar, en ese tiempo sólo pretendíamos entrar a la Facultad de Medicina. La mayoría, unos 10, nos quedamos en Barcelona. Recuerdo que algunos marcharon a Madrid, otros a Salamanca y creo que un par a Cádiz. En realidad, éramos 15 estudiantes en aquel tiempo.
¿Cómo nació la idea de crear el Centro Peruano?
El año 63 yo estaba abocado a estudiar mucho y yo quería terminar la carrera para regresar a Perú, pero entonces conocí a un sacerdote jesuita, Juan Julio Wicht, que vino a hacer unos cursos de Doctorado de Teología. Este sacerdote se acercó al Colegio Mayor, que creo que queda por Salamanca o Madrid. El Colegio Mayor es una residencia universitaria perteneciente a la Universidad de Barcelona en el cual hay un reglamento para vivir allí, que es positivo para el estudiante joven: horarios, comida, limpieza. Teníamos un jefe de estudios que también nos hacía asistir cada 15 días a charlas, los que estudiábamos ciencias nos traían catedráticos de letras, cenábamos y luego venía la charla y los que estudiaban letras les traían catedráticos de ciencias. Una experiencia muy agradable en el Colegio Mayor. Allí nos alojamos de los cinco que vinimos nos alojamos cuatro, uno se fue a una residencia del Hospital Sant Pau, una residencia médica. Y luego al venir Juan Julio Wicht a visitarnos, nosotros ya teníamos esa inquietud, pero al visitarnos nosotros dijimos tenemos que hacer un grupo de peruanos, pero controlados, que la administración lo sepa. Y así fue, él me ayudó mucho porque era un hombre muy preparado en Administración, él fue profesor de Economía Internacional en la Universidad del Pacífico y luego se marchó a ser profesor en Harvard en Boston. Eso fue pues, si hablo del año 60, eso ya fue el 70.
Entonces, entre todos en el salón de estudios de este Colegio Mayor empezamos a elaborar y marcar los estatutos, los posibles reglamentos que nos podrían permitir subsistir y servir para nosotros y la gente posterior. También nos ayudó el Consulado, estaba donde está ahora en Avenida Diagonal, pero sólo había una persona que se llamaba Frisancho que vino a estudiar Derecho. Entre Juan Julio Wicht, el sacerdote, Frisancho pues creamos y lanzamos con todo orgullo el año 63 el Centro Peruano de Barcelona, que en aquel momento llamamos Asociación Universitaria Peruana.
Con el tiempo vimos que no eran todos universitarios, con el tiempo vino mucha gente ya doctorada y de otras especialidades, vinieron arquitectos, profesores de economía, ingenieros a hacer unas tesis a Barcelona y vino también mucho compatriota peruano que ya tenían una formación profesional como podría ser Gran Electricista, Gran Especialista en ayudar arquitectos, que se llaman aquí aparejadores, pero en Perú me imagino que será el segundo arquitecto, vino muy buena gente en aquellos tiempos y por eso es que cambiamos posteriormente el nombre de Asociación Universitaria Peruana a Centro Peruano.
¿Cómo ha evolucionado la gestión del Centro Peruano?
Yo he conocido 14 presidentes y coincide con 14 cónsules que he conocido. Los 14 presidentes teníamos una duración de 2 a 3 años y entonces en este tiempo algunos repetíamos, yo repetí 2 veces porque en ese tiempo no había Internet. El escribir cartas para convocatorias, llamar por teléfono, era una labor que no quería todo el mundo, aunque sí les gustaba el hecho de coparticipar con otros compatriotas. He conocido 14 cónsules y 14 presidentes. Todos los cónsules han colaborado con el Centro Peruano porque veían que era una entidad que quería surgir, con el único objetivo de dar conocer nuestra cultura, nuestra gastronomía, nuestros bailes, en fin, todo lo que se ve ahora. Y entonces las 2 últimas veces ha estado la Presidencia bajo 2 señoras, la actual y la anterior. La actual que lo lleva bien Pina Quiñones y la anterior que lo hizo muy bien Olga Zapata.
En resumen, la trayectoria del Centro Peruano ha sido positiva porque se ha renovado con gente con espíritu positivo, con ese espíritu de dar a conocer el Perú. Y entonces hasta ahora hemos llegado, 61 años del Centro Peruano y si no fuera por todos estos compatriotas, todos, te incluyo a ti ahora porque en este momento tú estás empleando un tiempo dedicado a tu profesión y tu profesión se la transmites al Centro Peruano.
¿Puede nombrar algún logro importante de la organización?
¿Qué han conseguido las Directivas? No las actuales sino ya hablo de 5, 6, 7, 8 Directivas anteriores. Han conseguido aunar amigos y familiares al Centro Peruano sin ser peruanos, que esto es muy positivo, ellos difunden también nuestro cariño del Perú, nuestro cariño a esta tierra que nos acoge y, en fin, hay una simbiosis perfecta.
¿Cómo destaca el Centro Peruano frente a otras entidades culturales latinoamericanas en España?
Considero y sé con toda certeza que el Centro Peruano es la Asociación más antigua de latinos americanos que existen en España y en toda Europa, lo cual es una satisfacción enorme y hace que nos sintamos orgullosos.
¿Qué mensaje le gustaría compartir con la comunidad del Centro Peruano?
Mando un recuerdo y un abrazo muy fuerte a todos los peruanos, a las familias de los peruanos, a los amigos de los peruanos y que nos sigan ayudando, que no desfallezcamos y que sigamos adelante.